martes, 29 de julio de 2014

PACIFIC OCEAN

Barca playa del pacífico ecuatoriano



"El Océano Pacífico se salía del mapa. No había donde ponerlo. Era tan grande, desordenado y azul que no cabía en ninguna parte. Por eso lo dejaron frente a mi ventana..."

             
Ballenas en Puerto López

El vuelo del pelícano
Pacific Blue 
Pacific Ocean Blue


"El hombre en el océano se disuelve como un
Ramo de sal. Y el agua no lo sabe..."


En la playa de los frailes

Pacific Traffic

Patrulla naval

Playa de los frailes

El reposo del pelícano
Pelícano entre mar y aire


Playa turtuga


Reflejo de mar






Momento musical: Pacific Wind - Ryan Faris 



Besos para tod@s

domingo, 27 de julio de 2014

SARAGURO


(Llegada a Saraguro)
Llegamos a  Saraguro un domingo por la mañana, y para mí, fue una gran sorpresa, pues no sabía que esta pequeña ciudad era la capital de los Saraguros, pueblo indígena Quichua y único que ha sobrevivido a la colonización española.

 
(Iglesia)


 
(A la puerta de la iglesia)

Tanto los hombres como las mujeres Saraguros visten de negro. 
Según una leyenda dicen que es debido a que guardan luto por la muerte de sus antepasados a manos de los colonizadores españoles, entre ellos del guerrero Atahualpa, sin embargo, ya que los incas no guardaban luto, es más creíble pensar que el color negro de sus vestimentas es por que conserva mejor la energía solar y ayuda a mantener el calor corporal puesto que los andes ecuatorianos es una región es bastante fría.


  (Paseando soportales plaza)


Estos hombres y mujeres se caracterizan por la dedicación al trabajo y a la superación, sus organizaciones son dignas de imitar donde se destaca la convivencia armónica, la igualdad, el ánimo de sobresalir con visión de grupo, donde todos se beneficien con los logros obtenidos.


 
(Niña esperando)




(Paso de peatones)


Los indígenas son gente culta con un gran amor y respeto por la vida.

(Árbol Saraguro)



Comer entre ellos y pasear por sus calles fue toda una experiencia....


Momento musical: Inti Raymi de los Saraguros


Besos para tod@s


sábado, 26 de julio de 2014

INGAPIRKA (MURO DEL INCA)


A principios del siglo XVI llegaron los Incas a tierra cañaris en los andes australes. Conquistándolas y edificando sobre sus poblados.  

Así el inca Huayna Càpac mandó construir Ingapirca, que fue un importante centro religioso, político, científico, militar y administrativo.





El complejo arqueológico de Ingapirca está formado por un inmenso conjunto de estructuras de piedra, basamentos de vivienda, terrazas y caminos empedrados, siendo hoy día el complejo arqueológico prehispánico más importante del Ecuador.



En la zona de más jerarquía se encuentra la construcción más importante, el Templo del Sol, único en el mundo con forma elíptica  y que servía para la adoración y observación del sol y la luna.




Pasear por Ingapirca y escuchar las explicaciones tan intensas e interesantes del guía local hace que te traslades directamente  500 años atrás...  a tiempos de estos antiguos adoradores del sol... 




Fue una pena que ese día no pudiéramos adorarlo nosotros también un poco...

al dios sol, digo....


Pero a pesar del frío y la lluvia fue una visita interesante.



Eso sí, al terminar  tuvimos que meternos un canelazo para calentar el cuerpo....



Momento musical:Ruinas de Ingapirca



Besos para tod@s

viernes, 25 de julio de 2014

Y OTRO MÁSSSSSS



Que a estas alturas no sienta bien cumplir años????

... pues es lo mejor que nos puede pasar.



Y aunque hoy no pueda ser por todo lo alto 
(por cuestiones laborales.... y por el p*** jet lag)


A celebrar uno más!!!!







Foto 1: Cruzando la selva en tarabita 
Foto 2: Fiesta y tarta de Cumpleaños adelantada en Quito
Momento musical: Liberty (Is Where We'll Be) - Gruff Rhys



Besos para tod@s

miércoles, 23 de julio de 2014

AYA HUMA


Cuenta la leyenda que en los días de Inti Raymi (Fiesta del sol) un hombre viudo, triste y solitario, después de la fiesta había empezado a dormir cuando de súbito escuchó el clamor del baile en el patio.
Se levantó dispuesto a ofrecer comida y chicha festiva, se detuvo antes de salir afuera. Algo anormal estaba sucediendo:
El zapateo de los bailadores hacía temblar el suelo, la música de las flautas parecía salir de todas partes y las voces de animación del baile se escuchaban como truenos.
Contempló que quienes bailaban eran unos seres de forma humana que tenían dos caras en la misma cabeza, grandes orejas y narices, sus cabellos eran muy desorganizados, como si estuvieran "parados". Algunos tenían en sus manos bastones, otros llevaban consigo churus o ushumpis y algunos tocaban la flauta con gran maestría. Al fijarse en los pies notó que tenían una especie como de pelaje y los dedos de los pies estaban detrás y los talones para adelante.
La aparición duró pocos instantes, y con la misma rapidez con que habían llegado desaparecieron.

Quedó tan impresionado con la extraña aparición que decidió confeccionarse una vestimenta igual. Tratando de recordar cada detalle empezó a bailar como "AYA" en cada Inti Raymi.

Cuentan que nunca se agotaba de los incansables bailes de días y noches seguidos, guiaba y animaba a los demás en todo momento. Cuando bailaba sus pies no tocaban el suelo.

Acostumbraba bañarse y dormir en estos días festivos junto a las cascadas, vertientes, lagos y lugares ceremoniales.

Cada año este hombre demostraba su fuerza y resistencia, por lo que toda la comunidad le respetaba y apreciaba. Un día, desapareció de la comunidad. Los mayores dicen que fue llevado por los AYA a quienes tanto trató de imitar.

Cuentan que este hombre aún vive en los lugares bravos de la pacha-mama ayudando con la fuerza de los AYA a fortalecer los cuerpos y espíritus de quienes lo soliciten.



Quién no necesita a veces un poco de fuerza extra???


Foto: Diablito Huma
Momento musical: Diablos Huma

Besos para tod@s

jueves, 3 de julio de 2014

NECESITO POCO Y LO QUE NECESITO, LO NECESITO POCO


"Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila. También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo."

(Ángeles Caso)


Foto: Pajarito
Momento musical: Cinderella - The Ministry of Wolves


Besos para tod@s